Este viernes se estrena en USA la
peli JOBS basado en la vida y obra de Steve Jobs,
Visionario
Steve Jobs no programó un
software como Bill Gates... no fue el genio universitario como Mark
Zuckerberg (Facebbok) o Larry Page y Sergey Brin (Google), tampoco fue un
inventor... Steve Jobs fue un visionario, un emprendedor, un filósofo de
la tecnología.
La habilidad de Jobs radicó en
unir los puntos de conocimiento en su expresión para satisfacer una necesidad
latente.
No se puede inventar nada nuevo
producto de la nada. Hasta el monstruo más monstruoso en el imaginario está
construido sobre la base de otros cuerpos humanos y/o animales. Igual sucede
con los inventos, son producto de la información transmitida y almacenada a
través de generaciones.
Steve Jobs, como todo filósofo,
supo dirigirse a la fuente, despojarse de las capas sociales, amicales,
familiares, laborales que vamos acumulando y que llevamos como una camisa de
fuerza, para observar así, "desnudo", las necesidades más simples de
la vida.
Equipos de alto rendimiento
El primer paso dentro de un plan
estratégico es formular la visión, el sueño que se quiere alcanzar, cómo vemos
a la institución al final del camino. Esto no es suficiente para tener éxito en
los negocios. También podemos poseer los mejores planes de negocios, estar
apalancados, tener la mejor infraestructura, tecnología de punta, eficientes
procesos establecidos... y tampoco asegura el éxito empresarial. El recurso
humano es el que mueve todo lo anterior... Steve Jobs conjugó ambos factores,
la visión y la gestión del recurso humano.
Un grupo de trabajo está conformado por dos
o más individuos que trabajan en forma independiente para alcanzar un objetivo
global y pueden o no trabajar uno al lado del otro en el mismo
departamento. Un equipo de trabajo es un pequeño grupo de personas
con habilidades complementarias que están comprometidos con un objetivo en
común y un forma de trabajo que sostiene la responsabilidad de cada uno. Un
equipo de alto rendimiento además de ser un equipo de trabajo, comparten
valores. Están comprometidos con la visión y misión institucionales por lo que
se ponen la "camiseta" con orgullo.
Un equipo de
alto rendimiento lo forman personas que confían en sí mismas y en sus
capacidades, que sienten que tienen autonomía, que comparten la información
entre ellos sin temor (colaboración), que funcionan de manera horizontal
dejando que, en cada momento del proyecto, lidere la persona que tenga la mejor
capacidad para hacerlo. No pierde tiempo en peleas por el liderazgo, dejan que
estos fluyan naturalmente.
Las personas que conforman un
equipo de alto rendimiento buscan la excelencia, están inmersas en un proceso
de mejora continua, que cumplen fechas y objetivos y que no se conforman con
hacer “lo justo”. En este esquema la solidaridad y la colaboración sin
reservas son aspectos importantes porque se apoyarán mutuamente para mejorar
sus habilidades y alcanzar un alto rendimiento como equipo.
No podemos progresar en un
proyecto si no tenemos feedback sobre lo que esta sucediendo
y reconocimiento por nuestra labor y contribución. Este feedback
ha de venir tanto de los propios compañeros, del líder, como de la
organización en sí misma. La motivación es esencial,
Podemos distinguir a un equipo de
alto rendimiento cuando, a pesar que el equipo terminó, o se alejasen los
integrantes, éstos se siguen frecuentando. La identificación no es
por el tiempo que duren los equipos, sino para toda la vida.