El que los escritores peruanos no hayan abordado historias teniendo como letmotiv la cocina peruana, no significa que no exista una sensibilidad cultural sobre el tema. El paladar de los peruanos ha sido educado desde muy temprana edad para diferenciar lo feo y lo rico de las comidas; si no nos gusta, no lo comemos.
Las recetas y secretos culinarios se transmiten en forma oral de generación en generación como parte de una rica herencia familiar y regional. Los misterios que traen consigo las recetas peruanas pueden servir como historias lejanas y misteriosas.
Nuestro lenguaje adopta elementos culinarios, así tenemos expresiones relacionados a comidas, frutas, verduras, platos, como: Este es mi causa (amigo); no seas choro (ladrón); Cuál es tu cau cau (problema)?; No te me pongas sabroso?; Antonio es zanahoria (sano); No seas pollo (débil); No le tiren arroz (menospreciar); Seguro tiene un calentado (relación adicional a la oficial, la otra) en el trabajo; Tenemos problemas como cancha (bastante); Esta corvina (corbata) queda bien con mi nuevo traje; Chaufa (chau), mañana conversamos; Lo van a chifar (despedir) del trabajo; No le hagas caso, es sólo un chupe (asistente) dentro de la empresa; Nos encontramos en Canadá de cazuela (sin pensarlo, de casualidad); Es huevo (fácil) entrar a la universidad; Esa persona es un lenteja (lento) para el puesto; Me quedé sin un mango (dinero) para la fiesta. El domingo vamos a la pollada (fiesta) de Carlos; Estoy aguja (sin dinero), le voy a picar (gorronear) unos soles a Marco; A ese tipo se le chorrea el helado (amanerado); Los viernes muchos de nuestros alumnos se tiran la pera (faltar sin justificación).También se asocia con asuntos sexuales (papa, papaya, pepino, plátano, yuca, etc.)
Cuando tenemos visitas nacionales o extranjeras, una de nuestras mayores preocupaciones es cerciorarnos que la comida estuvo rica. Solemos preguntar si le gustó o no tal plato. En otros países, a nadie le importa si le gustó o no su comida. Claro, las personas que sufren del estómago o de úlceras, deben sufrir no sólo con la comida peruana, sino con cualquier comida del mundo.
Quizás no se haya escrito un Como agua para chocolate, pero tenemos miles de historias de amor que nacen en las cocina, al borde del mantel, en una mesa amplia llena de platos listos a ser devorados. Espero que pronto se cocine una obra con sal y pimienta.
NOTICIA : FERNANDO IWASAKI HABLA TAMBIÉN SOBRE POLÉMICA CON
¿Sabías que "cocina" y "gastronomía" peruana tienen significados diferentes?
10/02/2012
La mayoría piensa que cocina y gastronomía son palabras sinónimas, por ello el escritorFernando Iwasaki aclaró que no es así en un artículo publicado originalmente en el diario El País de España y en la versión virtual del diario peruano El Comercio
“Una cosa es alimentarse y otra muy distinta aplacar el hambre. Una cosa es el arte de comer y otra bien diferente la ciencia de nutrirse. Existe la cocina peruana, pero ello no implica que exista una gastronomía peruana, porque la gastronomía supone una tradición literaria, una sensibilidad cultural y la historia de esa sensibilidad. De hecho, la relación que hay entre cocina y gastronomía es la misma que encontramos entre erotismo y sexualidad. La sexualidad puede existir sin el erotismo, pero el erotismo precisa de la sexualidad.”, escribió Iwasaki.
El escritor continuó: “De ahí que el boom de la cocina peruana no suponga el boom de la gastronomía peruana, porque ninguna figura relevante de la literatura o la historia peruana ha escrito un libro semejante a las Memorias de cocina y bodega (1953) del mexicano Alfonso Reyes, maestro de Borges y Octavio Paz. En el Perú recién están apareciendo precursores estudios gastronómicos y los primeros tratados de nutrición, aunque tampoco hay que confundir la gastronomía con la nutrición”, comentó.
El texto de Iwasaki llega luego de la polémica desatada en tono a un post publicado precisamente en el diario El País por Iván Thays.
“Si a Iván Thays no le disloca la cocina peruana está en su derecho y él se la pierde, pero reprocharle que no crea que la cocina peruana sea lo non plus ultra (la mejor) de la gastronomía mundial sí es una arbitrariedad”, dijo.
“El patriotismo culinario no es perverso y hasta me inspira simpatía, pero quienes sí me parecen malignos y peligrosos son los modernos adalides de la cocina de vanguardia, porque han impuesto que el gigantesco tamaño de los platos sea inversamente proporcional a la insignificante cantidad de comida que nos sirven, de modo que comiendo menos encima paguemos más”.
El escritor continuó: “De ahí que el boom de la cocina peruana no suponga el boom de la gastronomía peruana, porque ninguna figura relevante de la literatura o la historia peruana ha escrito un libro semejante a las Memorias de cocina y bodega (1953) del mexicano Alfonso Reyes, maestro de Borges y Octavio Paz. En el Perú recién están apareciendo precursores estudios gastronómicos y los primeros tratados de nutrición, aunque tampoco hay que confundir la gastronomía con la nutrición”, comentó.
El texto de Iwasaki llega luego de la polémica desatada en tono a un post publicado precisamente en el diario El País por Iván Thays.
“Si a Iván Thays no le disloca la cocina peruana está en su derecho y él se la pierde, pero reprocharle que no crea que la cocina peruana sea lo non plus ultra (la mejor) de la gastronomía mundial sí es una arbitrariedad”, dijo.
“El patriotismo culinario no es perverso y hasta me inspira simpatía, pero quienes sí me parecen malignos y peligrosos son los modernos adalides de la cocina de vanguardia, porque han impuesto que el gigantesco tamaño de los platos sea inversamente proporcional a la insignificante cantidad de comida que nos sirven, de modo que comiendo menos encima paguemos más”.
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