El IPC de Transparency International mide los niveles de percepción de corrupción en el sector público en un país determinado y consiste en un índice compuesto, que se basa en diversas encuestas a expertos y empresas. El IPC 2008 clasifica 180 países (la misma cantidad que el IPC 2007) en una escala de cero (percepción de muy corrupto) a diez (percepción de ausencia de corrupción).
El Informe final del IPC 2008 de Transparency International lo puenen encontrar aquí, o vía Scribd...
En un rápido repaso se puede observar que Dinamarca, Nueva Zelandia y Suecia comparten la mayor puntuación, de 9,3, seguidos inmediatamente por Singapur, con 9,2 ; Finlandia y Suiza con 9,0 ; Islandia y Holanda con 8,9. Al final de la lista se ubica Somalia, con 1,0, precedida por Irak y Myanmar, con una puntuación de 1,3, y por Haití, con 1,4.
Si bien los cambios en la puntuación del Índice no se producen rápidamente, se han registrado modificaciones significativas en las estadísticas correspondientes a algunos países, tanto en el extremo superior como inferior del IPC. Un análisis de las encuestas incluidas tanto en el Índice 2007 como 2008 indica que existen descensos significativos en las puntuaciones de Bulgaria, Burundi, Maldivas, Noruega y el Reino Unido.
Del mismo modo, pueden identificarse mejoras significativas en términos estadísticos en Albania, Chipre, Georgia, Mauricio, Nigeria, Omán, Qatar, Corea del Sur, Tonga y Turquía.
En cuanto al Perú, a pesar que el país viene creciendo en promedio a una tasa anual del 7%, no sucede lo mismo con los índices de corrupción, donde nos hemos estancado en una nota desaprobada. La tendencia se puede observar en la siguiente tabla:
Entre las recomendaciones de Transparencia Internacional, cabe detacar la siguiente:
Fortalecer el control y la rendición de cuentas
| Independientemente de si se trata de países con altos o bajos ingresos, el desafío de controlar la corrupción exige instituciones sociales y de gobierno que funcionen adecuadamente. Los países más pobres suelen sufrir las nefastas consecuencias de un Poder Judicial corrupto y un control parlamentario ineficaz. Los países ricos, por su parte, muestran señales de reglamentación insuficiente del sector privado, en lo que respecta a superar el problema de los sobornos que estos pagan en el extranjero, así como un control débil de las instituciones y operaciones financieras. |
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