05 diciembre 2010

The Facebook

Fuente: Revista Forbes

Su fortuna personal de 6,900 millones de dólares, han convertido a Mark Zuckerberg en el millonario más joven de los Estados Unidos y en uno de los más ricos del mundo. Sú página alberga más de 500 millones de usuarios y es la más buscada después de Google.

Estuve buscando la primera página de Facebook, así que me dirigí al Archive para buscar en el cementerio de las páginas web, sin embargo no fue posible porque Facebook ha bloqueado esta opción. Me acordé que se inició como www.thefacebook.com e introduje el nombre... el resultado me mostró las actualizaciones de las páginas web en el tiempo, pero no pude entrar por estar bloqueado. Sólo funcionó el primer link del 12 de febrero de 2004:

Esta simple aplicación daría inicio a una de las ideas de negocio más geniales de la historia y que marcará a toda una generación.

Friki o chico de su época?
He visto la película y leído muchos comentarios sobre Mark Zuckerberg... y me parece que la percepción que se tiene sobre él como el niño friki, sin capacidad para socializar, un perfecto disocial que ha sido capaz de crear la red más social en la actualidad, no es la adecuada... se le está mirando con ojos conservadores, ojos de una generación al cual no pertenece. Al contrario de lo que creen muchos, Mark es el chico más adaptado a su época, ha sabido interpretar una necesidad latente. Él no ha creado una necesidad... sólo la ha puesto al descubierto, y para que eso ocurra debes estar enchufado con tu público objetivo... es decir, está enchufado a los 500 millones de usuarios de Facebook. El tema es generacional, las generaciones pasadas no entienden Internet, así de simple.

Negocios son negocios
El principio de los negocios es la confianza. La globalización hizo desaparecer las fronteras, los mercados se acercaron y empezaron a negociar sin mirarse las caras. Sin embargo, hasta ahora millones de negocios no se pactan porque simplemente no conoces a la otra parte. Aquí surge Facebook... esta red social, lo que está creando es una red de confianza. Si Sean Parker cambió el mercado discográfico al crear Napster, Mark Zuckerberg cambiará la forma de hacer los negocios en el mundo.
En un post anterior escribí sobre los negocios de futuro basado en las redes sociales y la tecnología de búsquedas de imágenes. La importancia de nuestro personaje esta en la capacidad de visionar el futuro, en no esperar a que mejoren las tecnologías, en no
esperar que otros se adelanten... en golpear primero.



Mark y su novia


La formación
Una similitud en la vida de los creadores de estos portales tecnológicos es el acercamiento que tuvieron con las PCs desde niños y el apoyo de los padres para fortalecer sus inquietudes tan particulares. He visto como muchos padres desalientan a los hijos pretendiendo que estudien lo que ellos no pudieron hacer.

Zuckerberg creció en una casa en lo alto de Dobbs Ferry, Nueva York. Unida al sótano estaba el consultorio dental de su padre, Edward Zuckerberg, conocido entre sus pacientes como el “indoloro Dr. Z.” (“Atendemos a los cobardes”, reza su website). Hay un tanque de peces de ciento sesenta galones en la sala de operaciones y el lugar está lleno de Tchotchkes que los pacientes llevaron al doctor. La madre de Mark, Karen, es una psiquiatra que dejó de atender para cuidar a sus hijos y trabajar como administradora del consultorio de su marido.
Edward fue uno de los primeros en emplear radiografía digital e hizo conocer la programación de computadora Atari BASIC a su hijo. La casa y el consultorio estaban llenos de computadoras. Una tarde de 1996, Edward dijo que quería una mejor manera de anunciar la llegada de un paciente que el grito de la recepcionista de “¡Llegó el paciente!”.

Mark construyó un programa de software que permitía a las computadoras de la casa y el consultorio enviar mensajes una a la otra. Lo llamó ZuckNet, y fue, básicamente, una version primitiva del Instant Messenger de AOL que fue lanzado al año siguiente. La recepcionista lo usaba para llamar a Edward y los chicos para llamarse entre ellos. Una noche, mientras Donna trabajaba en su cuarto, en el piso de abajo una pantalla mostró un aviso: la computadora contenía un virus mortal y explotaría en treinta segundos. Mientras la máquina hacía la cuenta regresiva, Donna corrió escaleras arriba gritando “¡Mark!”.
Algunos niños juegan juegos de computadora. Mark los creaba. En una de nuestras charlas, la vez en que Zuckerberg se mostró más animado –hablando con una gran sonrisa, casi tropezándose en las palabras, los ojos alerta—fue cuando describió sus aventuras juveniles en programación. “Tenía un montón de amigos que eran artistas”, contó. “Venían, dibujaban, y yo construía un juego con eso”.
Cuando tenía once años, sus padres contrataron un tutor informático, un desarrollador de software llamado David Newman, que iba a la casa una vez a la semana para trabajar con Mark. “Era un prodigio”, me contó Newman. “A veces era duro adelantársele”. (Newman perdió contacto con Zuckerberg y quedó estupefacto cuando se enteró durante nuestra entrevista que su ex pupilo había creado Facebook). Poco después, Mark empezó a tomar cursos de computación cada martes por la noche en el cercano Mercy College. Cuando su padre lo dejó allí para la primera clase, el instructor miró a Edward y dijo, señalando a Mark: “No puede traerlo al aula con usted”. Edward explicó al instructor que su hijo era el estudiante.
Fuente: La confesión de Mark ( Mark Zuckerberg;Facebook;Red Social )

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