02 marzo 2008

Nathalie

Nathalie (Versión en español) - Hermanos Arriagada


Los años 60 fueron de gran importancia para la humanidad... se produce la transición hacia el mundo que conocemos actualmente... El avance de las comunicaciones satélitales, además de acercar a los pueblos, permite mirar casi al instante lo que viene sucediendo en otros lados... mientras tanto, la música va sintonizando con la juventud y sus ideales, el rock se convierte en todo un fenómeno de masas... Para fines de 1969, cerca de medio millón de jóvenes se reunieron en Woodstock...

Desde Inglaterra, Mary Quand, produciría una revolución en la moda con la creación de la minifalda.... John Kennedy y Kruschev tendrían en vilo al planeta con la llamada Guerra Fría.... Se produce una serie de revoluciones y amagos de ella, el Che Guevara se convierte en un ícono de la juventud... se pone de moda ser de izquierda... escritores, músicos, pintores, poetas y demás artistas son seducidos por los avances de la Revolución de Octubre. La propaganda soviética hablaba de haber eliminado la pobreza y el analfabetismo, que todos eran iguales, tenían las mismas oportunidades... sus avances en medicina, física y tecnología iba la par de los Estados Unidos... un gigante bueno que se alzaba contra el otro malo al norte de América.

Son años de los románticos revolucionarios que quieren cambiar el mundo... en Francia se producen grandes protestas juveniles que luegos acompañan los obreros... se empieza a forjar la reforma universitaria... el mayo del 68 vendría después...

En este contexto, el francés Gilbert Bécaud le cantaba a su guía moscovita Natalie e iba con ella al Café Pushkin. Rápidamente, la canción hizo furor en Francia.... lo paradójico es que dicho café no existía, sin embargo, un empresario decidió hacer realidad la ficción, construyó, en Moscú, un café impresionante y le puso el nombre del gran poeta y novelista. Hoy no me imagino viajar a Rusia y no tomarme un chocolate en el Café Pushkin....

NATHALIE- BECAUD


Han pasado muchos años desde entonces, sin embargo, si logro llevar mis huesos por esos lares, estén seguros que me comeré un helado en la Plaza Roja de Moscú... y al borde del Kremlin, tararearé la canción de Nathalie... la guía del bello nombre.

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