De adolescente estuve muy interesado en los libros de caballería, historia de juglares y trovadores. Me gustaba transportarme en el tiempo para verlos declamar sus poemas por las calles…. el gentío reunido a su alrededor, emocionado, conmovido por sus relatos románticos, dramáticos, gestas históricas…. era el cine, la televisión, el DVD de la época.
A medida que avanza el tiempo, el ser humano se vuelve más independiente, insocial, insensible y egoísta. Toda la tecnología que hemos desarrollado ha servido para asentar estas características... las máquinas nos ha vuelto menos dependientes uno del otro. Podemos realizar casi todo sentados delante de un teclado. No necesitamos de los demás.....de los trovadores al DVD, el hombre necesita menos al hombre; no somos capaces de sentarnos a compartir ideas, ni a intercambiar opiniones, sólo actuamos por mutuo propio, sin interesarnos lo que le suceda a los demás; así nos comportamos individual y socialmente.
Por eso, me deleitaba recreando esa imagen solidaria donde el trovador tenía que sensibilizar, enardecer o apasionar a su público… para esto, sólo contaba con las calles, el poder de su memoria, la capacidad de su oratoria y el ritmo de sus gesticulaciones. Siempre admiré esa capacidad de transmitir emociones con su rostro, mirada, ademanes, silencio. Al final de su presentación, todos terminaban exhaustos… regresaban a casa, embelesados con las emociones vividas. No quedaba nada registrado… la transmisión de estas historias se realizaba oral y presencialmente. Sólo se contaba con la ayuda nuestra poderosa memoria la cual servía para guardar y divulgar lo escuchado; a medida que el tiempo avanzaba, estos cantares eran aderezados con el imaginario popular, por lo que a nuestro tiempo han llegado muchas historias tergiversadas. Sin embargo, esto no desmerece su mérito, al contrario, la capacidad del ser humano por recordar e inventar sobre la marcha…. sobre la base de nuestros sentimientos… es una habilidad que nos ha permitido adaptarnos y sobrevivir en este planeta.
Llegará el día en que tendremos que enfrentar a nuestras máquinas… cuando eso suceda, estas habilidades y capacidades, marcará una diferencia a nuestro favor. Aún así, no puedo desmerecer a las grabaciones, gracias a ellas, he podido escuchar miles de canciones de diverso género e idioma… pero no me engaño… sé que nada se comparará a un espectáculo en vivo y directo… por lo que cada vez que escucho una canción, trato de transportarme a un escenario, una historia, una emoción…. es decir, del DVD a los trovadores.
A medida que avanza el tiempo, el ser humano se vuelve más independiente, insocial, insensible y egoísta. Toda la tecnología que hemos desarrollado ha servido para asentar estas características... las máquinas nos ha vuelto menos dependientes uno del otro. Podemos realizar casi todo sentados delante de un teclado. No necesitamos de los demás.....de los trovadores al DVD, el hombre necesita menos al hombre; no somos capaces de sentarnos a compartir ideas, ni a intercambiar opiniones, sólo actuamos por mutuo propio, sin interesarnos lo que le suceda a los demás; así nos comportamos individual y socialmente.
Por eso, me deleitaba recreando esa imagen solidaria donde el trovador tenía que sensibilizar, enardecer o apasionar a su público… para esto, sólo contaba con las calles, el poder de su memoria, la capacidad de su oratoria y el ritmo de sus gesticulaciones. Siempre admiré esa capacidad de transmitir emociones con su rostro, mirada, ademanes, silencio. Al final de su presentación, todos terminaban exhaustos… regresaban a casa, embelesados con las emociones vividas. No quedaba nada registrado… la transmisión de estas historias se realizaba oral y presencialmente. Sólo se contaba con la ayuda nuestra poderosa memoria la cual servía para guardar y divulgar lo escuchado; a medida que el tiempo avanzaba, estos cantares eran aderezados con el imaginario popular, por lo que a nuestro tiempo han llegado muchas historias tergiversadas. Sin embargo, esto no desmerece su mérito, al contrario, la capacidad del ser humano por recordar e inventar sobre la marcha…. sobre la base de nuestros sentimientos… es una habilidad que nos ha permitido adaptarnos y sobrevivir en este planeta.
Llegará el día en que tendremos que enfrentar a nuestras máquinas… cuando eso suceda, estas habilidades y capacidades, marcará una diferencia a nuestro favor. Aún así, no puedo desmerecer a las grabaciones, gracias a ellas, he podido escuchar miles de canciones de diverso género e idioma… pero no me engaño… sé que nada se comparará a un espectáculo en vivo y directo… por lo que cada vez que escucho una canción, trato de transportarme a un escenario, una historia, una emoción…. es decir, del DVD a los trovadores.
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